Semana Santa Alcorina (1/2 hasta 1.936)

 





El nacimiento de Jesús, su vida, y su pasión y muerte, son la espina dorsal del almanaque o el Misal litúrgico de la Iglesia. Por lo tanto, los ritos religiosos del cristiano van unidos a la venida de Jesús hecho hombre, sus hechos y enseñanzas, su pasión, muerte y la resurrección. Los Santos Evangelios.

El presente trabajo lo ceñimos al final de la vida de Jesús, una parte de dicha liturgia. Su pasión, muerte y resurrección son lo esencial en este texto, pero con la particularidad de centrarnos en la forma de como l´Alcora lo celebraba rememorando tales acontecimientos a través de los tiempos, la Semana Santa Alcorina.

Lúgubre y silenciosa. Ayunos y abstinencias. Campanarios afónicos. Radio en suspenso (solo Música Sacra). Feria de atracciones a cal y canto, sin altavoces. Imágenes y cruces revestidas de morado que como velo protector, eran liberadas de la atención de los fieles, para que estos centraran su admiración o rezo exclusivamente al hecho de la Pasión. Duelo general en toda la Villa, es la síntesis de lo que era aquella Semana Santa Alcorina.


1.h     HASTA LA INCIVIL 1936/1939

Los archivos, en cuyo nomenclátor se integran las bibliotecas,  las hemerotecas, las pinacotecas, etc., son unos extraordinarios guardianes de todo aquello que hace referencia al pretérito. Nuestros orígenes, nuestra cultura, los cambios sociales, las series vitales, y los más importantes eventos acaecidos, quedan allí custodiados para la posteridad. Espaciosas salas donde se alinean kilómetros de estantes con sus pergaminos y legajos, conservan verdaderas sorpresas de  ese pasado local, nuestra memoria histórica.

Valiosísimas referencias a la Semana Santa Alcorina, nos obligan a realizar el presente trabajo. Entre los documentos-manuscritos, microfilms, fichas o diapositivas, van apareciendo pequeñas primicias como chispas luminarias que poco a poco aportan ráfagas de luz a la reconstrucción documental de nuestra historia.

Nota. No es mi intención, porque no puede ser, tratar aquí y ahora en profundidad ninguna cofradía, biografía de ningún rector, obras de albañilería de la Iglesia Parroquial o entrar en altares, imágenes o antiguas celebraciones religiosas. Las cofradías de Semana Santa, cada una daría de sí para un voluminoso opúsculo al igual que lo podrían dar Las Hijas de Mª Inmaculada y Santa Teresa,  la Congregación de San Luís Gonzaga, Acción Católica, Adoración Nocturna, Ntra. Sra. del Rosario o la del Sagrado Corazón de Jesús y Apostolado de la Oración, entre otras más.

La venida a l´Alcora del Venerable Cura Bertrán (año 1.575), supuso trazar una línea divisoria entre el antes y el después en la religiosidad local. Dotó a la parroquia de todo lo necesario, pero sobre todo, es de destacar el importante incremento del número de fieles gracias a su buena rectoría y su popularísima figura revestida oralmente de santidad.  Tampoco debemos infravalorar en este tema la aportación de los franciscanos de nuestro convento local, llegados en 1.632. 

El 25 de Octubre de 1.588, el Obispo de Tortosa Ilmo. Sr. D. Juan Bautista Cardona, acompañándole su secretario el Dr. D. Jerónimo Moliner en su visita pastoral, pudo ser testigo de la  insuficiencia del Templo Parroquial, para acoger a todos los fieles que se incrementaron por la labor del Venerable y disponía su ensanche: “ Any 1588, Dr. D. Juan Bautista Cardona, Bisbe, Maná ferse mes gran la Iglesia” “Trobà que la iglesia, segons lo número de les persones es estreta y chica y manà als jurats que dins un any la amplien y estenguen y que dins buyt mesos comensen les obres”.[1]

Las obras comenzaron a inicios de 1.589 bajo la dirección del maestro albañil D. Antonio March. El 21 de Septiembre de 1602, el Consejo Municipal manifiesta al Obispo D. Pedro Manrique, que las obras costaron dos mil libras. Aún se construye este mismo año la catifa del presbiterio y un sencillo altar mayor. Los medios económicos que andaban muy escasos, sólo permitieron que se edificase la parte del templo, sin entrar en decoraciones y ni tan siquiera un Altar Mayor digno de la nueva y remozada iglesia. En 1.668 en el Libro de Visitas, el Obispo insta a la construcción del nuevo retablo que quedó pendiente: “Item Decreta el Any 1.668 es pogués fer nou Retable en lo Altar Mayor”.[2] Construido y finalizado, aún se quedaría para 1.685 el toque final de recibir la imprimación áurea.

El final de dichas obras, son referencia del origen de las primeras cofradías locales (aprox. año 1.590/1.591). El Dr. Juan Villar Domingo, Doctoral de Tortosa, ex párroco de l´Alcora (1.909/1.920), en su obra Vida del Venerable Juan Bautista Bertrán, Imprenta Isuar de Tortosa, 1ª edición 1.924, nos dice: Cuando el párroco de Alcora vio terminada la obra de ensanche de la Iglesia, pensó que era de necesidad levantar nuevos altares y al efecto, confiado en la providencia de Dios y en la piedad de los feligreses dio a conocer su propósito y tomó las primeras medidas para llevar a feliz término la idea. Había que llenar los huecos de aquellas flamantes capillas pero antes quiso llenar un vacío más importante que había notado en la organización espiritual de su querida parroquia. Allí no había Cofradías y era de necesidad el erigirlas.

En unos cuantos meses erigió canónicamente tres cofradías: La del Santo Rosario, que quedó instalada en la capilla que actualmente presiden Santa María Rosa Molas y San Juan Bautista de la Salle; la del Dulce Nombre de Jesús y Purísima Sangre –la segunda en orden de fundación-, tenía el altar frontal a la del Santo Rosario, actualmente ocupada por el Santo Sepulcro; y la del Santísimo Sacramento. De dichas tres cofradías y a los efectos del presente trabajo, solo continuaremos con la del Dulce Nombre de Jesús y Purísima Sangre.

                    

Hay algunos antiguos documentos que nos hablan de la celebración de la semana santa en la villa y la veneración y arraigo que entre la población tenían  los personajes evangélicos de la Pasión, inclusive la artística cerámica de l´Alcora tiene un extenso muestrario dedicado a esta parte de la liturgia.

>ANY 1.639.- Pere Gil den Miquel, justicia. Jaume Aicart y Jaume Buixados, jurats. El dit Buixados en nom ademes de jurat de Juan Pallares del Molí, sindich. Jaume Ribes, notari y escriva de la Sala. Juan Agosti Porcar y Miquel Runa, prohoms. El nueve de Mayo, el Honorable Consell de la vila, convocados los ganaderos y ligalleros que junto con el Consell deben proceder a realizar uno de los muchos deslindes de pasadores que comportaba la época, sentencian a uno de los infractores (en este caso por incendio), a la siguiente pena:

“Y mirant y regoneisent la mallada que dit Melchor Julian a tret y cremat entre les dites dos mallades de la Cova Roga y la Crebadeta, dits prohoms ganaderos y lligalleros determinaren que attes y considerat que el dit Julian a cremat dites mallades y segons ordinasions te de pena LX sous y axi determinaren de que dit Julian pague per les dos cremades 25 lliures de pena pagadores los ters al Señor Conte y les IIII lliures les donen per al gasto del Devalliment de la Creu que la vila intenta a fer per al divendres Sant y en quant a ver tret y sembrat en dret de les dos mallades y se a aprofitat dos añys aguda misericordia per dits prohoms y oficials lo comdemnen en II lliures de gastos fets en lo dia de hui…”

Termina la sentencia prohibiéndole vuelva a sembrar en terreno público, marcando que los terrenos corresponden a uso de ganados.

Otro.- Refiere a la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús y la penetración que ésta tenía en l´Alcora del XVIII. 30 de Marzo de 1730. Notaria de Blas Ortells  – TESTAMENTO.

Rosa Arquer, casada con Cristóbal Mezquita, estando enferma realiza testamento. Después de todo el previo encomendando su alma a Dios, etc. etc. etc. deja claro que quiere que su cuerpo sea envuelto con el hábito del Padre San Francisco y sea sepultado en la Iglesia de esta villa y funeral de Pontifical Mayor.

En uno de los diversos apartados (Otro sí), nos dice: Que todos los bienes aumentados entre nosotros dichos consortes, sean (queden) del dicho mi marido, con la obligación de cargarse este, una Dobla con diaca y subdiaca, más una fiesta en el Segundo Domingo de la Cofradía del Dulcísimo Nombre de Jesús, que todo importa la quantía de sesenta y seis libras moneda valenciana, por las Almas mía y dicho mi mari



PROBLEMAS DE LAS COFRADÍAS (Gasto y Despilfarro).

El 8 de junio de 1768 el obispo de Ciudad Rodrigo don Cayetano Cuadrillero Mota, remitió un memorial al Consejo de Castilla reflejando los abusos que cometían las cofradías de su diócesis, por los excesivos gastos que contraían y que causaban pobreza en nuestro país. Las ideas expuestas llamaron la atención al Conde de Aranda, presidente del Consejo de Castilla. Las antiguas cofradías eran en su mayor parte un centro del gasto, un enorme agujero del despilfarro. Inmunes al control fiscal. El boato, la ostentación, y la representatividad grandilocuente, eran los valores practicados, en contraposición a la humildad, la caridad, y la plena vivencia en los fundamentos del cristianismo.

Incoado el correspondiente expediente administrativo, conforme al dictamen del Fiscal Campomanes de 22 de febrero de 1769, y en virtud de Real Orden de 28 de septiembre de 1770, D. Pedro Pablo Abarca de Bolea y Ximénez de Urrea, X Conde de Aranda y Señor de la Tenencia y Honor de Alcalatén, que ejercía el alto cargo de la  Presidencia del Consejo de Castilla, dirigió una circular a los intendentes de la Corona de Castilla y a los corregidores de la Corona de Aragón, encargándoles un censo de hermandades y cofradías de sus respectivos distritos.

L´Alcora pertenecía al Corregimiento de Peñíscola, y allí se remitió el censo confeccionado por el Ayuntamiento. Don Joseph Sanjust, Alcalde Mayor de Peñíscola y Corregidor, fue el encargado de transmitir al Conde de Aranda, el resultado de todos los censos pertenecientes a su demarcación. L´Alcora según este Censo contaba con cinco cofradías, a saber: 

ü    Cofradía de la Madre de Dios de la Asunción.  Aprobada por el Obispo, debía visitarla cada vez que venía en Visita Pastoral. Gastaba 41 libras. 40 se recogían en donativos y 1 la ponían los clavarios. Dinero que se gastaba en la fiesta mayor del 15 de agosto y la iluminación del altar con cirios y aceite para las ánimas. Era la responsable del Altar Mayor, atendería la compra de ornamentos.

ü    Cofradía del Santísimo Sacramento. Cofradía creada por el Venerable.  Gastaba 86 libras, de las cuales, cuatro provenían de algunas rentas que tenían, otras cuarenta y seis las ponían los cofrades y devotos, y el resto a cargo del clavario. A esta cofradía pertenecía la aristocracia de la piedad… 

ü    Cofradía de la Madre de Dios del Rosario. Cofradía fundada por el Venerable. Celebraba la fiesta el primer domingo de octubre en conmemoración a la batalla de Lepanto… 

ü    Cofradía del Santísimo nombre de Jesús. Esta también aprobada y visitada por el Obispo al igual que la de la Asunción. Celebraba los segundos domingos de mes y la fiesta era el 1 de enero. Gastaba 58 libras, cincuenta de donativos y las ocho restantes a cargo del clavario.

ü    Cofradía del Cordón de San Francisco.  De la Iglesia de San Francisco.

Después de recogerse la información indicada de muchas localidades de nuestro país, el Consejo de Castilla emitió su dictamen en 1783, y Carlos III por Real Resolución de 17 de marzo de 1784, acordó reconducir las indicadas asociaciones. Algunas desaparecieron, las demás  retomaron los cauces del cristianismo, la caridad, y el recato adecuado a sus fines.

>Es claro y evidente, que hasta el año 1.770, la única cofradía existente de las que nos interesa para este trabajo referido a Semana Santa, es la del DULCE NOMBRE Y PURÍSIMA SANGRE DE JESÚS, es pues la cofradía decana.

Posteriormente apareció la archicofradía de LAS ESCLAVAS DE LA VIRGEN DE LOS DOLORES. Siguiendo con mi norma máxima de escribir sobre documentos de mis archivos, centraré mi relato histórico a partir de la época que gobernó la diócesis tortosina D. Damián Gordo Sáez 1848/1854.[3]

En ese tiempo nuestra parroquia contaba con Cura, 2 Coadjutores, 12 Beneficiados y 1 Organista. Completa la estructura parroquial las cofradías:  “Virgen del Rosario”, “Dulce nombre y purísima Sangre de Jesús”, “Santísimo Sacramento”, “La Asunción”, “Cordón de San Francisco”, “San  Juan Evangelista”, “Ntra. Sra. del Carmen” y “Esclavas”. Ya cerca del umbral del s. XX aparecen: la “Congregación de María Inmaculada y San Luís Gonzaga” en 1.879, y la “Adoración Nocturna” en 1.886. Aquí tengo documentadas a las Esclavas por primera vez en mis archivos.

Más adelante, en 1.912 es cuando las Esclavas me aparecen nominadas como tal Archicofradía. El sábado 14 de Setiembre del citado año dieron comienzo los actos en honor a su Patrona la Virgen de los Dolores. Ese día por la noche hubo retreta musical y serenata. En la concurrida procesión de la festividad, domingo 15, la Virgen estrenó rico manto y túnica de terciopelo bordados en oro; también nueva corona y espada de plata, obra del Sr. Orrico (Orfebrería Orrico de Valencia) y preciosas andas diseñadas por el escultor Viciano de Castellón. En cuanto al laborioso trabajo del manto de la Virgen, se detalla, que bajo la dirección de la profesora Sor Carmen, religiosa del colegio de las H.H. de la Consolación, realizaron dicha labor del bordado las señoritas: Ángeles Palomo, Vicenta Villalonga, Vicenta Llansola, Trinidad Garcés, Julia Pardo (Presidenta de la Junta), Dolores Chiva y Concepción Vives.[4]

Las Mayoralas celebraban la festividad muy sonada ocupando la víspera (sábado anterior) y el domingo con la Solemne Eucaristía de comunión general y por la tarde multitudinaria procesión. En la misa del año 1.926, por ejemplo, se cantó a gran orquesta la “Ipse est Corpus meum” de Lorenzo Perosi. Los violines de aquella orquesta de cámara eran: D. José Cotanda Aguilella; Joaquín Gasch Ibáñez; Emilio Mallol Andrés y Vicente Nomdedeu Ferrer, además del órgano.

También muy prestigiosas y de gran boato eran las celebraciones en la capilla de Ntra. Sra. de los Dolores de la familia Cincúnegui-Marco y que muy bien las documenta Mn. Joaquín Cherta. En mis opúsculos sobre “Els Senyorets de Marco” (años 2.003 y 2.004), hago constar con detalle estas celebraciones y la gran veneración que la familia Marco hacía a la Dolorosa. No digamos la pasión que sentía Dª Dolores Cincúnegui Chacón (la última de toda la dinastía Marco).

 

Altar Ntra. Sra. de los Dolores en la capilla de Marco y estampa aportada por D. Fco. Luís Grangel Mascarós (DEP) 

Nota.- La fundación de la Cofradía de las Esclavas de Ntra. Sra. de los Dolores, en cada una de las poblaciones conllevaba la necesaria autorización del Prelado de Tortosa y el Provincial en España de los PP. Servitas. Hablamos de la institución de cada Cofradía como tal, no de la devoción y veneración a la Virgen de los Dolores, que en este sentido nos tocaría remontarnos mucho más atrás en el tiempo, incluso más atrás del Venerable, hasta los inicios de la propia cristiandad. Téngase en cuenta que la titular de nuestra parroquia (1.333), es Ntra. Sra. de la Asunción. En ese mismo siglo XIV, hay constancia de que l´Alcalatén estaba dividida en cuatro parroquias: Lucena, l´Alcora, Chodos – Useras, y el Pueblo de l´Alcalatén (situado cerca del castillo de su nombre, y de la Iglesia del Santísimo Salvador). Esta última agrupaba los lugares de Figueroles, Costur, La Foya y Araya.


                                          LA SEMANA SANTA

      ¿CUAL ERA EL PROGRAMA ACTOS Y OFICIOS DE AQUELLA SEMANA SANTA?


MARTES Y MIÉRCOLES. La Solispassa.

Solían empezar entre las 9 y 10 de la mañana. Vicario, monaguillos, seguidos de buen número de críos disfrutando de ver como (para ellos) se ensuciaba las puertas del vecindario. Una mezcla de salvado (segó), agua y sal, era echada en pequeña dosis o porción sobre la puerta o dintel de las casas. “Porta oberta sempre esta certa, porta tancà bona massà”. Los monaguillos llevaban  un gran capazo de esparto donde se guardaba la “replegà” compuesta de pequeños donativos.


JUEVES SANTO. Procesión de la Pasión.

A primera hora del día Confesión General. Era multitudinaria la asistencia de hombres a la Confesión. La Comunión General era por la tarde y había que cumplir con la obligación del tercer mandamiento de la Santa Madre Iglesia: Recibir el sacramento de la Eucaristía al menos una vez al año, comulgar por Pascua Florida. Garantiza un mínimo en la recepción del Cuerpo y la Sangre del Señor en conexión con el tiempo de Pascua, origen y centro de la liturgia cristiana. 

Días previos al Jueves Santo, se originaba una movida excepcional de la multitud de devotos jóvenes en la Iglesia de la Sangre. Las imágenes de Jesús Nazareno, Ecce-Homo, Cristo Yacente de época medieval, con riquísimo sepulcro regalo de Dª Modesta Puértolas Pardo; y la Virgen de los Dolores, donación de la familia Píscopo Gil del Castillo, eran preparadas con inusitada delicadeza y pulcritud.[5]

A las 21,30, el desfile procesional salía y terminaba en la Iglesia de la Sangre. En el desarrollo de la misma desfilaban: la imagen del Ecce-Homo, San Juan con palma en la mano, el Nazareno, la Virgen de la Soledad y el Cristo crucificado, siendo precedida por una cohorte de soldados romanos a los que seguían un coro de niños hebreos entonando cánticos salmodiales y grupos de mujeres de Jerusalén. Al término de la misma se pronunciaba en la iglesia parroquial el famoso “Sermó de la bufetá”.[6]


VIERNES SANTO. Procesión del Santo Entierro.

A las 9, Maitines y Laudes. A las 5 de la tarde Oficios propios del día que terminaban también con la Comunión General.

A las 9,30 de la noche, Procesión del Santo Entierro. Salía del Templo Parroquial y terminaba en la Iglesia de la Sangre. El desarrollo era: Cohorte de romanos seguida de grupo de personajes bíblicos, la Verónica, las tres Marías y San Juan, portador de los clavos. A continuación iba la imagen de San Juan sin la palma, el lábaro, Santo Sepulcro y la Dolorosa.

Al sepulcro, de estilo del renacimiento, donado por la señora de Puértolas Pardo, seguía el palio de respeto. Cerraban las procesiones el clero, autoridades y banda de música.

El Santo Sepulcro y el Nazareno, eran llevados a hombros por vestas encapuchadas de negro y escoltados por piquetes de la Guardia Civil. La Virgen de la Soledad y la Dolorosa, eran escoltadas por guardias rurales uniformados.[7]

MUY INTERESANTE.- Antiguamente, los jóvenes protagonistas de estas procesiones, una vez finalizada cada una de ellas obtenían su compensación por la labor realizada. Un merecido reposo disfrutando de algún pequeño refrigerio en la propia Iglesia de la Sangre. Si pensamos en la preparación de las respectivas procesiones, en el transporte de aquellas imágenes, o el tener que transformarse y representar dignamente a personajes de las Sagradas Escrituras, comprenderemos la necesidad del descanso y pequeña reposición gastronómica.  No gustó esto a la autoridad eclesiástica de la época, pues el 14 de Julio de 1757, el Canónigo Visitador, Sede Vacante[8], prohíbe la costumbre adquirida de “dar bizcochos y unas taxadas en la sacristía de la iglesia de La Sangre, las noches de Jueves y Viernes Santo, a los niños que asisten como penitentes a las procesiones por considerarlo falta de respeto, orden y devoción, recomendando que su importe se invierta en adquirir ornamentos para la Ermita, que carece de ellos”.


SÁBADO SANTO.- A las 21,30 horas Oficios propios del día, terminando con la Misa de Gloria. En el momento en que en dicha Eucaristía, aproximadamente entorno a las 0.00 horas (12 de la noche),  se entonaba el Gloria, a la par, había vuelo general de campanas anunciando la resurrección. En el volteo iban a la par, la rueda de campanillas del Presbiterio y las cuatro grandes del primer piso del campanario.

 


PROCESIÓN DEL ALELUYA.

La imagen era conservada, aseada y convenientemente vestida en el Colegio de la Consolación (Puértolas Pardo). En fecha de 1.934, tenía el recorrido desde el citado Colegio de Ntra. Sra. de la Consolación (Puértolas Pardo), hasta la Iglesia de la Sangre y regreso.


COMULGAR DE IMPEDIDOS.

Domingo de la octava de Pascua. Anterior al lunes de la Romería a San Vicente. Por la mañana, después de la primera misa, procesión con el sacerdote portador de las formas bajo palio. Se llevaba la comunión a la casa de los impedidos y enfermos, cuyos familiares, previamente así lo habían solicitado. Acompañado en todo su recorrido por la Banda de Música.

 

NOTA. Esta PRIMERA parte de la Semana Santa Alcorina, termina aquí en el año 1.936. Aquél año solo se pudieron celebrar actos religiosos, desde su inicio, el 1 de enero, hasta el Septenario de la Virgen de los Dolores. Las autoridades impidieron realizar la Semana Santa, así como las romerías del Rollo y San Vicente.

Las cofradías protagonistas en Semana Santa eran: La Archicofradía de las Esclavas de la Virgen de los Dolores y la del Dulce Nombre y Purísima Sangre de Jesús.

-Se recuperaron estas tradicionales festividades en 1.939, con puntuales liturgias religiosas, así como la tradicional Romería del Rollo, para lo cual y para la confección de los rollos se pidió la necesaria harina a la Junta Provincial de Abastos. (Sesión Ordinaria de la Comisión Gestora, presidida por D. Juan Renau. 20 de Marzo de 1.939).

 

 

 

 



[1] Libro de Visitas del Archivo parroquial. Según pié de página 102 de la “Vida del Venerable Bertrán” de Juan Villar Domingo.

Id. Programa de Fiestas de 1.954. “Nuestro Templo Parroquial”, Ignacio Mechó-Cura Ecónomo. 

[2] Id.

[3] Episcopologio de la Santa Iglesia de Tortosa.- Ramón O´Callaghan i Forcadell. Tortosa: Imp. Católica de G. Llasart, 1.896. Páginas 244-248.

[4] Hemeroteca de Prensa. El Restaurador, con Censura Eclesiástica. Tortosa 20 de Setiembre de 1.912.

No tengo la fecha exacta de cuando se fundó en l´Alcora la citada cofradía. Solo tengo la de algunas poblaciones gracias a la investigación de Alvar Monferrer, siempre a partir de cuándo los Servitas fundan el convento de  Montán en 1.712.

[5] Dª Modesta Puértolas Pardo, junto con su hermana Dolores, eran hijas de D. Carlos Puértolas y de la alcorina Ana Pardo. Piadosas mujeres que donaron preciados regalos a l´Alcora (Colegio de la Consolación, Sepulcro del Cristo Yacente (antiguo sepulcro), etc... De admirar como grandes benefactoras de Ntra. Sra. de Lidón.

La familia Píscopo Gil del Castillo, primos hermanos de los Gil del Castillo y Gil del Castillo (fundadores del Colegio la Salle). Esta familia, los Píscopo, tenían su residencia alcorina en la calle Peiró, actual casa “Les Pures”. Los Píscopo regalaron la antigua Virgen de los Dolores, aportaron terrenos y dinero para la construcción del Cuartel de la G Civil, terrenos al ensanche del cementerio, también la primera monumental fuente de la Pl. San Roque, etc…

[6] Detenido Jesús, fue llevado a casa de Anás:  El Sumo Sacerdote interrogó a Jesús sobre sus discípulos y su doctrina. Jesús le respondió: —He hablado abiertamente ante todo el mundo; he enseñado siempre en la sinagoga y en el Templo, donde se reúnen todos los judíos, y no he hablado nada a ocultas. ¿Por qué me preguntas? Pregunta a los que me han oído lo que les he hablado; ellos saben lo que he dicho. Apenas dijo esto, uno de los guardias que allí estaba, dio una bofetada a Jesús, diciendo: — ¿Así contestas al Sumo Sacerdote? Jesús le respondió: —Si he hablado mal, declara lo que está mal; pero si he hablado bien, ¿por qué me pegas? Anás entonces le envió atado al Sumo Sacerdote Caifás.»

[7] Dr. D Federico Michavila Paús. El hombre, la tierra y la mar. Editado por Familia Michavila 1.997 (Compilado por Delfina M. Segarra Godoy). Páginas 142-144.

[8] El 1 de Abril de 1.757, falleció el que era Obispo de Tortosa D. Bartolomé Camacho y Madueño. Su sustituto D. Francisco Borrull, no tomaría posesión hasta el 30 de Octubre de aquel año. De ahí que la visita pastoral la realizara  el Canónigo Visitador, al quedar vacante la Sede.

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