Todos los años una vez superada ya la Cuaresma, l´Alcora reedita la ancestral tradición de la Romería del Rollo (Romería del Infant). Es una celebración de las más participativas y emblemáticas de la agenda local, declarada de Interés Turístico Provincial de la Comunidad Valenciana.
La participación de romeros aumenta imparable año tras año. La presencia de la mujer, que rota la ancestral tradición, está ahí con todo derecho,[2] le aporta igualdad entre sexos, un considerable aumento de romeros, y plena armonía a la celebración en familia.
Nuestro “Rollo” llega en una fecha cumbre y predilecta dentro de la estación primaveral. Le preceden el domingo de Ramos, Semana Santa, la Rompida de la Hora, y la Pascua de Resurrección. Cualquiera que lea la Agenda de actos local, sea cual sea el motivo de la consulta, se encontrará al inicio de la octava de Pascua (lunes), con la popularísima y laureada romería. En dicha Agenda, el domingo de Pascua, día previo a la romería, ya incluye el “Tast” (bendición y prueba del pan bendito). Una vez finalizados los actos propios de la señalada jornada (procesión del Encuentro y Misa), las autoridades civiles y eclesiásticas, y pueblo en general, se trasladan a los locales de la Casa Consistorial donde se procede a la bendición del “Rollo”. Las autoridades municipales ofrecen junto con un trozo de buen chocolate en tableta, y el lanzamiento a los cuatro vientos de las tradicionales golosinas (caramelos), que los presentes se apresuran en plegar con el mismo espíritu festivo y de jolgorio como antaño hacían las tenaces y voluntariosas mozas, cuando eran visitadas por los representantes locales.
Romeros locales y foráneos, Àngelets del Braçat, Dulzaineros, Banda de Música, Colla de Gegants y Cabuts, Reina y Damas, Autoridades e Invitados y pueblo en general, conforman una de las manifestaciones más numerosas de cuantas se celebran en nuestra localidad.
El Ilustrísimo Ayuntamiento, solicita todos los años la confección de los rollos que estima convenientes o necesarios. En el año 1.959, se repartieron 1.900 rollos, que no debe confundirse con el número de romeros. La última celebración habitual (sin pandemia), fue la referida al año 2.019, en la que el Ilmo. Ayuntamiento aportó: 8.100 Rollos; 5.000 pequeños de solapa; 5.700 cintas de solapa y 5.000 de pulsera.[3]
Foto cortesía de Vicente Álbaro.
ORÍGENES
Las milagrosas apariciones y las mercedes concedidas a la penitencial demanda, comportan obligado cumplimiento de la debida promesa a la benefactora divinidad. Los favores recibidos tienen contraprestación, raíz de la mayoría de romerías, procesiones y peregrinaciones, que van surgiendo por doquier. Buen número de las citadas tienen un origen igual o similar a nuestra romería del rollo, que se fundamenta en la milagrosa llegada del agua en dura sequía. Son de ámbito marcadamente local, y circunscritas dentro del perímetro del término municipal correspondiente. La práctica unanimidad de estas, son consideradas “Fiesta Local” allí donde se celebran.
Tiempos difíciles los que se vivían en el inicio de la popular y emblemática celebración. La peste, la sequía, la langosta, y el granizo. Este último, compañero de viaje de la siempre temible tormenta, hacían estragos en los campos y en la salud y ánimo de las personas. Fenómenos inexplicables para aquellas pobres gentes, que como recurso o justificación, atribuían el protagonismo al poder sobrenatural. Época de repartir la autoría de aquellos inexplicables acontecimientos entre las fuerzas del bien y del mal. Cielo e Infierno. Ángeles y Demonios. Premio y Castigo.
Inmersos aún en aquel almanaque histórico y tal como hemos dicho, observamos que proliferaron los santuarios, ermitas y parajes, donde las gentes acudían en demanda de auxilio y misericordia. Los alcorinos, también teníamos nuestro sagrado lugar para realizar aquellas necesarias preces, la hondonada de San Vicente, visitada habitualmente desde mucho antes de la construcción de la ermita. Era destino de peregrinos y romeros. Cualquier calamidad sobrevenida como las descritas epidemias, sequías o plagas, movilizaba a los vecinos de la villa trasladándose hasta allí, en el mismo sitio donde hoy se asienta la iglesia y posada, y levantaban un pabellón con su improvisado altar colocando en él la imagen del Santo, oficiando de esta manera la Eucaristía.[4]
De acuerdo con lo descrito hasta aquí, la romería de l´Alcora más antigua y documentada, sería entorno al 1.510 a la citada hondonada de San Vicente, denominada "Rincón de las Hermitas". Posteriormente, también documentada y ocupando el segundo lugar en cuanto a antigüedad, queda la peregrinación realizada entre Alcora y Lucena al Santuario de Nuestra Señora de Lidón. Un documento del Archivo Municipal de Castellón, de fecha 13 de Enero de 1.583 dice: "Fonch proveit albarà al Sindich se retinga vers a setanta quatre sous y huyt diners per altres tants ne ha pagat en lo present se feu als pelegrins vingueren de lucena y alcora ab processó per aygua a nostra señora del Lledó".
Nuevo Ermitorio.- L´Alcora, desde inicios del XVIII, dispone de otro lugar idóneo –además del primigenio San Vicente-, para impetrar al Altísimo. La Ermita de San Cristóbal, ubicada en la cima del monte de su mismo nombre.[5]
Nuestra tradicional "Fiesta de la Romería del Rollo", fue creada a mediados del S. XVIII. Su celebración de ciclo anual quedó unida al lunes de Pascua, coincidente con la importante y antiquísima festividad cristiana del "Lunes del Ángel". Los inicios de esta importante conmemoración local, tienen sus cimientos –como ya hemos dicho-, en las rogativas que desde tiempo inmemorial hacían los alcorinos en sus romerías y peregrinajes cada vez que lo demandaba la necesidad, primero en la Ermita de San Vicente, y posteriormente a la de San Cristóbal, y que la leyenda lo transmite oralmente así:
Alcora sufría una importante sequía y se acordó rogar en petición la esperada lluvia, organizando una Romería de niños varones al ermitorio de San Cristóbal, y como la necesaria agua llegó, se acordó celebrarla todos los años coincidiendo con el primer día de Pascua.
El Diario de Castellón, de fecha 28 agosto de 1.926, página 3, dice al respecto:
En los siglos XVII y XVIII en tiempos de grandes sequías, y de calamidades como las tan enormes de las plagas de la langosta de los años 1756 y 1757, que arrasaron por completo los campos de éste término, el Ayuntamiento acordaba en cada una de ellas que se presentaba que los niños e infantes hasta la edad de los 7 años, subieran como subían, en rogativa a la Ermita de San Cristóbal para impetrar la lluvia y la desaparición de la calamidad, a los cuales, que precisamente habían de ser varones, se les daba unas veces dinero y otras un rosco o rollo, proviniendo de ahí el que los niños, en romería que se hace todos los años a San Cristóbal, el segundo día de Pascua de Resurrección pidan constantemente y sin cesar durante la misma "Agua y salud", y se les da también el tradicional rollo de Pascua".[6]
Nota.- Está documentado que, mientras los pequeños infantes estaban realizando sus oraciones y peticiones a puerta cerrada en el ermitorio de San Cristóbal, el pueblo en general también se reunía en la parroquial en solemne celebración eucarística.
De lo descrito se deduce, que, las rogativas al ermitorio de San Cristóbal, al igual que a San Vicente, carecían de ciclo temporal cerrado en su realización. El que éstas se celebrasen dependía de las inclemencias de la naturaleza, es decir, cuando se presentaban situaciones calamitosas como la pérdida de cosechas entre otras, y la merma de salud a personas y animales.
Bien, momento es, de que leídos la práctica totalidad de artículos y documentos referidos a nuestra romería, la fecha del año 1.756, es el inicio de la ROMERIA DEL ROLLO, de carácter anual y festivo, tal y como hoy la conocemos.
El Rollo
El Rollo es un pan de masa dura. Se realiza dándole forma de su mismo nombre, “rollo”. Se confecciona con 400 gramos de pasta dura, a ser posible amasada a mano y endureciéndola con poca agua. En la cocción se pierden aproximadamente 50 grs. del peso total, al evaporar la humedad. Ingredientes: Harina, levadura, agua, aceite, sal, y Llauretes (granos de Mata la Uva).
Antiguamente los rollos eran confeccionados por un grupo de jóvenes mujeres de la localidad. Mientras duraban los trabajos propios de amasar y cocer tal cantidad de unidades, las chicas recibían la visita de las autoridades interesándose por el buen y correcto proceder en la elaboración del rollo. En un momento dado, los representantes locales agradecían la encomiable labor que estaban haciendo, tirándoles golosinas que ellas recogían apresuradamente, provocando momentos de esparcimiento y jolgorio. Posteriormente son los panaderos profesionales quienes tomaron el testigo de la confección de estos, continuando a día de hoy.
La distribución del Rollo se realiza al pie de la Iglesia Parroquial, con la puerta principal totalmente abierta. Son colocados en el pasillo central, sendas hileras de canastas repletas del preciado producto protagonista de la fiesta. Los romeros van pasando al tiempo que reciben de manos de las autoridades, reina y damas e invitados, el merecido Rollo. Los bebés llamados del “braçat”, engalanados magníficamente de prenda angelical, son los primeros del reparto recibiendo doble ración, dos rollos.[7]
Año 2.007
Foto cortesía de Susana Bartoll Andreu
Conclusión: Con anterioridad ya se celebraban romerías, peregrinaciones, y preces en la parroquia, como se ha demostrado en referencia a la hondonada de San Vicente, a la peregrinación al Lledó o al Santísimo Salvador, pero estas se organizaban cuando era necesario, cuando se presentaba la calamidad. La actual romería de ciclo anual, revestida de popular y festiva, organizada y costeada por el Municipio, comienza en 1.756, con las raíces para su pronunciamiento basadas en los siguientes hechos de 1.751 a 1.754:
“El 15 de agosto de 1.751, se determinó empezar los trabajos en la Fuente Nueva, que se hiciera fiesta a San Cristóbal por el nuevo hallazgo de esta fuente en tan grande esterilidad y que dicha fiesta se hiciera todos los años el día que la villa eligiese”.
“El 5 de Mayo DE 1.754, se acordó ahondar el cauce de la fuente y hacer dos paredes de cal y canto a los lados para que la obra quedase con mayor perfección”.
“En 31 de Agosto de 1754, se acordó descubrir la fuente, que se sacase ésta al cabo de la cuesta, y que para el servicio común, se hicieran y construyeran lavaderos para lavar las mujeres y un abrevadero para las caballerías.
Este mismo año de 1.754, se adquieren diadema para la imagen de San Cristóbal y corona para el niño que lleva en brazos, ambas en plata de ley.
El importante hallazgo de la popularísima Font Nova, provocó la oferta que hizo el Consejo Municipal, por la que una vez se asignase la fecha, debía comenzar la conmemoración anual en San Cristóbal.
Según reza la documentación, la Villa eligió el lunes de Pascua, ya de sí festivo e importante en el santoral católico, denominado Lunes del Ángel, que bendito sea al quedar unido por siempre a la Romería del Rotllo, y que en agradecimiento, los recién nacidos también participan revestidos de ángeles (del braçat), dándole colorido y ternura a la autóctona y singular celebración.
[1] Esta narración tiene como fuente principal mi libro SAN CRISTÓBAL DE L´ALCORA -Mito y Realidad-. Editado por Papelería – Librería Salvador. 140 páginas, año 2012. Imprime: CMYKPRINT, Almazora.
[2] La tradición marca, que la romería es reservada a niños de hasta 7 años (inclusive). Una más de las desafortunadas normas de época, en la que la mujer quedaba relegada a un segundo plano.
[3] Está documentado que en el año 1.845, los romeros fueron 1.220.- A final de aquel siglo, año 1.896, los romeros aumentaron a 1.600
[4] IV CENTENARIO DE LA INAUGURACIÓN DE LA ERMITA DE SAN VICENTE FERRER. I CENTENARIO DE LA CRUZ LABRADA EN PIEDRA.- Editado por Papelería – Librería Salvador. 120 páginas, año 2009. Imprime: CMYKPRINT, Almazora.
[5] Hago constar que en varios documentos del XVI y XVII, el citado monte se conocía como “Loma de Alcora”. Se supone la existencia de un pequeño oratorio también dedicado a San Cristóbal, anterior al actual ermitorio.
[6] Vicente Granell Badenes, deja constancia de que en el año 1.756 comenzó la Romería del Rollo, "según datos que hay en el archivo de l´Alcora data de 1.756".
[7] Antiguamente, estos pequeños del “braçat” (portados en brazos por sus padres o padrinos), no eran los primeros en el reparto del rollo, debían esperar en la calle Venerable Bertrán (antiguo carré la Sala/después calle Iglesia), hasta que les abrieran la puerta gótica lateral (antigua puerta principal), entrando por ella a recoger el preciado Rollo.
1 comentario:
A l'abril, com a l'octubre, en la nostra zona era l'època de pluges.
"Orbi et urbe" a l'abril o al maig se celebren les festes de la primavera (exaltació de les hormones).
Publicar un comentario